Carta Abierta. ¿Para el Nuevo Año?

Imagen tomada de: finanzascuantitativas.es

Por: Ramiro Argueta.

Querido Año Nuevo:

Como ya te diste cuenta, muchas personas con ilusión o más bien presa de la emoción que representa el final de un año,  te recibieron comiendo uvas, pavo o  lo que el bolsillo dejara poner en la mesa; los tamales negros y colorados hicieron su aparición en la navidad y en el año nuevo,  todos los deleitaron como si llevaran un año sin verlos en la mesa, cuando por tradición, se comen tamales los sábados en un buen número de hogares de clase media del país.  Sí, es la emoción de la época lo que hace que lo convencional sea extraordinario, hasta el frio es más soportable. Los más sofisticados sacaron sus maletas a la calle llamando viajes al extranjero y los más supersticiosos se pusieron ropa interior de no sé qué color,  hicieron la respectiva limpia barriendo la casa a media noche,  prendieron velas y  pasaron un coco por toda la casa para que se llevara las malas vibraciones.

Comprenderás estimado año nuevo que todo es tradición, son creencias.  Yo te quisiera pedir, que a todo lo que el buen guatemalteco te pidió,  le agregues unas cuantas cositas más.

Qué tal si empezamos pidiendo que la “cuesta de enero” no sea tan pronunciada y que de ser posible,  no se vaya hasta febrero o marzo;  que la segunda mitad del aguinaldo sea una realidad en los hogares de los trabajadores que ya se lo ganaron (y que sean menos los guatemaltecos que ya se lo gastaron) con el sudor de su frente; que el empresario no se haga el desentendido y   que los útiles escolares sean proporcionados a los estudiantes.  Hablando de útiles escolares, que tal si a la par de la “maratón del juguete”  se promociona una “maratón de útiles escolares” para que los niños y niñas de los departamentos que desean estudiar, lo hagan, sin tener la limitación.

Que el día del cariño, el amor y la amistad de febrero se promocione cada mes, en lugar de cada año, porque  pareciera que  va desapareciendo el concepto.  De alguna forma hay que hacer que “el cupido” trabaje más, pero no solo para formar parejitas de novios que hagan crecer más la población,  sino para fundamentar la amistad, el compañerismo y el amor en la familia,  que es lo más importante.

Te pido para que la semana santa sea lo más cercana a la santidad, que venga en esos tiempos la verdadera reflexión, pues  ya bastante falta nos hace.  Ya basta de tanta muerte en la calle, de tanto delincuente común, pandilleros zánganos  sin oficio y extorsionadores.  No te miento año nuevo, no iban ni tres días de tu estreno y ya había un bus de Ciudad Quetzal quemado en un acto terrorista en la Calzada San Juan y  muertos calcinados.  Y en adelante, ver noticieros por la noche se compara a ver una película de miedo, de aquellas de mal gusto.

Pido para que el magisterio no interrumpa el ciclo, que el primero de mayo los trabajadores se manifiesten pacífica e inteligentemente para recordar sus derechos y que la seguridad regrese a las calles.  Si los policías no alcanzan,  hay que usar los elementos de ejército; parece que los maleantes les tienen más miedo.  Cualquier cosa es  buena ante la pasividad de las fuerzas de seguridad.

Acuérdate de nosotros Virgen de la Asunción, de Guadalupe,  de Fátima, del Rosario, Hermano Pedro, San Juan Bautista, San Judas Tadeo y todos los que tengan que ver con las causas imposibles, ¿Acaso no se ve que el Guatemalteco implora en sus plegarias su prosperidad? Si parece que los veinte muertos diarios en Guatemala ya no lo soluciona el Ministerio de Gobernación, parece más una  tarea divina delegada a simples mortales,  que a todas luces ya demostraron su incapacidad. Un minuto de oración no fue suficiente para subsanar tanta maldad en el país.

Ya que estamos tan sinceros querido año nuevo, ayúdanos para entender que de nada sirve celebrar la independencia y la revolución si seguiremos en la mismas, presos del crimen organizado, del narcotráfico y de quién sabe que más porquerías que no se ven, que no se publican, pero que existen.

Que al final del año, todos los santos de noviembre protejan el proceso electoral, que la confusión de votar con dos documentos no sea problema,  que el Tribunal Supremo Electoral se ponga pilas y garantice que el cambio de turno sea lo más digno posible y que no tengamos que sufrir la vergüenza internacional de procesos electorales viciados y manipulados.  Yo no te pido a un candidato específico en el poder, francamente a mí y a muchos guatemaltecos ya nos da lo mismo, pues la situación del país a estas alturas del partido no se compone cambiando la cara del gobernante, no es así de fácil.  Sé que te pido mucho, pero si en tus posibilidad está,   ilumínanos para que en este año electoral, aparezca,  de no sé dónde, un candidato que tenga la inteligencia de dialogar y diseñar con todos los sectores las políticas a largo plazo que orienten el camino del país. ¿Está difícil verdad?   Mínimo que sea amigo de ex presidentes de  Colombia, Perú y Chile,   para que le pasen el “chivo” de como lograron sacar a sus países adelante en medio de la crisis.  Ya que hablamos de “partidos” ojala que la selección de futbol no siga haciendo el ridículo  y si lo sigue haciendo, es mejor pasar esa inversión a otro tipo de deportes. El futbol y la política se parecen en eso, que los resultados satisfactorios se dan después de un plan que se diseñó con metas a corto, mediano y largo plazo,  pero que responden a un objetivo central, el cual se cumplirá si se le da continuidad,  sin importar las alternancias.  Por eso, malas noticias para aquellos que creen que la situación del país se compone en cuatro años,  con la llegada de X o Y candidato.

Es tiempo que los académicos salgan con sus buenas ideas, que tomen las responsabilidades, que se involucren, que protesten ante la injusticia, que se organicen ante  la delincuencia, que ejerzan el liderazgo que tanta falta hace en la sociedad.  El fundamento de la democracia era eso, la gente capaz y con ideas es la que debe gobernar.  Que el arte se promueva, que los escritores se multipliquen, que lloren los poetas al escribir sus versos y que sus lágrimas sean los solventes del pintor,  que crea con esperanzas el más bello de sus paisajes; que los músicos compongan bellas canciones a pesar de los pesares.

Tú 2011, tendrás una noche buena, como todos tus amigos: los años viejos. ¿Qué te cuesta ayudarnos un poquito? Para que al menos en diciembre, el maltratado pueblo te recuerde como un año que marcó diferencias, con menos violencia y con más paz, menos hambre en los niños y menos catástrofes naturales.  Danos una manita año nuevo, nada te cuesta, si Dios te dejó existir, se agradecido,  y que tú paso sea un sabor dulce, como uva fresca de la temporada.